A un borrachito se le había quedado trabado un centavo en la garganta, le daban agua y nada,
trataban de empujárselo con los dedos y nada, vinieron los paramédicos y tampoco pudieron hacer
nada.
Entonces, un niño que asistía a la escuela dominical les dijo: "Yo sé donde se lo pueden sacar.
"¿Dónde?" dijeron ellos. "Llévenlo a la iglesia, porque allí le sacan a uno hasta el último centavo."
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Locuras